29.8.12

Rescate "sin dar las gracias"

Llegamos al final del mes de agosto. Después de un verano particularmente sobresaltado y abundante en noticias negativas en lo económico, junto a los impopulares recortes del gobierno de Rajoy para intentar salir del pozo después de años y años de derroche de todos consentido por todos,  llegamos a final de mes. Pronto empezará septiembre. Un septiembre y un otoño que se antojan complicado, no ya sólo por los recortes si no también por la impopularidad creciente del gobierno, el cual, no ya sólo que sus medidas sean tremendamente criticadas y negativas  y en ciertos casos injustas (diantres, si parece que van a la yugular de la clase media), es que además no son precisamente unos maestros en el arte de la comunicación. Un PP que ha decepcionado ha una buena parte de sus votantes, dentro de esa enorme sensación de desencanto del español frente a sus políticos, sean del signo que sean. Corruptelas, agujeros financieros, escándalos varios, privilegios sonrojantes...la casta política y autonómica. En España pocas veces se dimite y nunca se pide perdón.

Así, ayer mismo la comunidad autónoma de Cataluña solicitaba el rescate financiero, en concreto, de 5.023 millones de euros, para así intentar tapar su tremendo boquete (es la autonomía más endeudada de España, con poco más de 48.000 millones.  Algo tendrá que ver más de 30 años de gobiernos de ese nacionalismo pueblerino, falsario e insensato, con cumbres escatológicas como aquel  famoso tripartito). Desde luego, es su derecho, acogerse al fondo de rescate para las autonomías -Fondo de Liquidez Autonómica, dotado con 18.000 millones-  el cual ya han mencionado Valencia y Murcia, pero, lejos de expresarse de un modo agradable y humilde (en la medida que puede ser humilde un político), los catalanes, fieles a su estilo, se muestran altivos, chulescos, porque saben que nadie les para los pies, y piden el rescate de marras, pero, añaden, " ni daremos las gracias ni aceptaremos condiciones, y menos de tipo político". Rediós. Yo le enviaría una mierda envuelta en la senyera, a  ver si así le quedaba clara mi respuesta.

Lo justifican diciendo que el dinero "es de los propios catalanes", refiriéndose al déficit fiscal entre lo que aporta a las arcas públicas Cataluña y lo que más tarde recibe.  La misma historia de siempre. La misma historia, pero no sólo de Cataluña, también de ese monstruo de 17 cabezas que son las autonomías. Mi dinero es mío, el tuyo también es mío y el de todos, por supuesto que también es mío. Y a callar.

Y como siempre, quedan en evidencia de una manera demasiado fácil, como en el tema del fútbol, la Copa del Rey, la Liga y el himno. Quedan al pie de los caballos. ¿Es lógico pedir como un mendigo dinero, alargando la mano, y el mismo día anunciar la intención de acudir a una marcha independentista? (la Diada está próxima). Se parecen al típico hijo de una familia bien que dice odiar al padre, pero no duda en pedirle sustento una y otra vez, incluso cuando se va de casa.

Qué fácil es dejarles en evidencia, pardiez. Alguien puede pensar y puede acusarme de sólo disparar contra estos nacionalistas e independentistas y particularmente en los catalanes sin sacar primero la viga de mi ojo, y de mostrarme particularmente activo y combativo contra ellos, pero nada más lejos de la realidad. Lo que me indigna y me saca de mis casillas es la falsedad, la hipocresía, la ingratitud, la injusticia.

No es de recibo, aguantar más de 30 años de malos modos, despilfarro, odio al español y a España, desprecio hacia buena parte de los españoles y otros asuntos nada baladíes, para luego, en cuanto las cuentas no les cuadran bien, permitir que se acojan a la banca del maldito Estat Espanyol, capital "Madrit".  Y todo ello sin ningún tipo de condición, sin ninguna intervención del Gobierno Central, sin ningún control.  Venga, a darme mi dinero y yo lo seguiré despilfarrarando como me venga en gana. Y no toques mi Estatut, facha.

No es de recibo. Tener un autogobierno similar a la de un pequeño estado. Disponer de una ingente cantidad e dinero. Barra libre para todo. Arrinconar al castellano, fomentar el catalán exageradamente, y si es preciso, multar a quien rotula en castellano.  Gastar ingentes sumas de dinero en  el crucial asunto de doblar las películas a la lengua de Jacinto Verdaguer.  Abrir cientos y cientos de embajadas catalanas por el mundo,  en Pago-Pago, si es preciso, y gastar el dinero viajando por el mundo el Defensor del Pueblo catalán. Aleccionar a la gente desde muy pequeños en el odio a España, contándoles una historia falseada en buena parte, desleal tanto como con España y su larguísima historia en la cual Cataluña ha sido importante y se ha beneficiado como con el resto de las regiones (me refiero a eso llamado "Païssos Catalans", toda una falta de respeto a aragoneses, valencianos, mallorquines e incluso italianos). Pedir, pedir y más pedir. Criticar a andaluces, extremeños y murcianos por vagos, cuando tanto han trabajado las gentes de estas tres regiones por levantar Cataluña y por darle ese estatus económico preeminente que una vez tuvo y ya lo ha perdido. Tener siete caras cadenas de televisión autonómica donde se arrincona de nuevo al castellano, se odia a España y donde los mapas del tiempo abarcan desde el Rosellón a Torrevieja.  Mirar por encima del hombro al resto. Repetir  insistentemente eso de "Espanya ens roba".

Recientemente, al socaire de los Juegos Olímpicos de Londres, en televisión pudieron verse varios documentales y memoriales de varios Juegos, y,  entre otros, los de Barcelona  '92. Un gran momento y un hito aún reciente para la ciudad de Barcelona, para Cataluña y para España. Fueron todo un éxito y supusieron todo un logro y un aldabonazo que confirmaba que nuestro país podía organizar de nuevo eventos a gran escala, tras el Mundial de Fútbol de 1982 y con la Expo de Sevilla de ese mismo año de 1992. Con las Olimpiadas, la transformación de Barcelona fue espectacular, se rehabilitaron barrios depauperados, se demolieron y trasladaron otros y se le dio a la ciudad un aspecto limpio y moderno tras los difíciles años 70 y 80.  Fue un esfuerzo evidente de barceloneses y catalanes, pero conviene recordar, pese a que buena parte de ellos se haga el sueco, que el dinero y el empeño lo pusieron generosamente España y los españoles. Pese a que Jordi Pujol (un líder algo sobrevalorado, pese a sus aciertos) afirmase que el mérito y la responsabilidad de unos JJOO recae exclusivamente en la ciudad sede, difícilmente las Olimpiadas de Barcelona hubieran supuesto un éxito histórico sin la ayuda del  "Estat Espanyol". Lo miserable de algunos políticos y algunas personas pudo combrobarse de nuevo con los intentos de Madrid de organizar unos Juegos Olímpicos (2012 y 2016), cuando esas "personalidades" se mostraron poco receptivos en apoyar, cuando no directamente dispuestos al boicot a la candidatura de Madrid. Se retrataron perfectamente.

Pero estos miserables siempre cuentan con palmeros que mejoran su buena prensa. Llega un momento que no sabes quién es peor, si los propios catalanistas o aquellos que no son catalanes pero les justifican, los defienden y ejercen de abogado del diablo. No sé si imbuidos por esa serie de supuestos agravios realizados por España a Cataluña, se sienten estúpidamente culpables y comulgan con ruedas de molino. Poco importa que la Generalitat se muestre altiva en su petición de rescate y que estos políticos catalanes desprecien sistemáticamente a España y los españoles. Su molt honorable president  volverá a acudir otra vez a un plató de televisión en horario de máxima audiencia, donde se le hará otra entrevista laudatoria y se le regalarán incluso entradas para la ópera (!). Hablo de José Montilla, Josep Lluís Carod Rovira (ése que se reunió con etarras para que dejase de matar en Cataluña, pero podía seguir asesinando en el resto de España, sí)  y  Artur Mas en La Noria

Ojo, hablo de Cataluña, pero esto del derroche exacerbado y la falsedad  es aplicable a buena parte de las autonomías, por no decir todas, si bien es injusto meter a todas en el mismo saco (no se puede comparar la austera Castilla y León, Galicia,  Navarra o Asturias con la propia Cataluña, Valencia o Castilla-La Mancha)   pero a mí entender es particularmente sangrante en las consideradas "históricas", como  Vascongadas/País Vasco. Aunque en otras, desprovistas de un modo más fuerte de ese nacionalismo excluyente, como Andalucía, también se despilfarra y de qué manera, pese a que el andalucismo hace tiempo no tiene futuro, pero para ello tenemos el filoarabismo glorificador de Al-Andalus.
El caso de Vascongadas, o País Vasco, o Vasconia, incluso Euskal Herria si usamos el euskera (el término Euskal Herria, pese a su mala utilización por parte de etarras y abertzales, tiene bastante más recorrido histórico que "Euskadi")  da para otra entrada.  Por cierto, me niego a usar "Euskadi", palabro inventado a finales del siglo XIX por Sabino Arana, uno de los personajes más despreciables y negativos de la historia de España. A todos, vascos y no vascos, pero especialmente a los no vascos, que se les llena la boca con "Euskadi", deberían informarse y leer sobre lo que Arana pregonaba de los maketos (españoles no vascos) y lo que quería hacer con ellos.
En fin, hablaba de los nacionalistas vascos, otros encantados en hacerse los independentistas y los gudaris, cuando no directamente bailarles el agua a la "izquierda abertzale" proetarra,  incluso los teóricamente no nacionalistas como el PSE,  pero quienes, llegado el momento, no dudan en cobijarse bajo el tejado de la puta España. Hace pocos meses, varios diputados del PNV en Madrid subieron unas fotos a la red donde se les podía ver, felices y distendidos, en una tasca típica madrileña, burlándose de la decoración castiza,  y añadían algo así como que la comilona era como una bocanada de aire puro entre la dura atmósfera mesetaria,  agresiva y españolista de Madrid. Cualquiera podría pensar que, en vez de disfrutar de las dietas y el sueldo de un parlamentario, estos peneuvistas trabajan en un rickshaw, esos antiguos taxis de tracción humana típicos de India o Japón, o haciendo tendido ferroviario a pico y pala, como negros, chinos e irlandeses en los EEUU del siglo XIX.  Si tan mal se sienten en la reaccionaria atmósfera de "Madriz", que se queden en su amada "Euskadi", ya sea en el Botxo, en Donosti o en Galdakao,  comiendo "pintxos" y bebiendo "txakolí". A veces piensa uno que no estaría de mal darles la independencia de una vez a toda esta serie de personajillos, y el ver cómo reaccionarían ante el desamparo sería un verdadero placer. Claro que también sería una injusticia con todos aquellos vascos y catalanes (pocos, pero hay) que se sienten firme o sinceramente españoles.

Me pregunto si alguna vez acabará todo esto. Si realmente algún día cambiará el sistema (situaciones extraordinarias requieren medidas extraordinarias), mandaremos al garete el estado de las autonomías, de todas (verdaderamente la peor herencia de Adolfo Suárez y su mayor error) y vendrá una nueva hornada de políticos respetuosos, cabales, sensatos y dignos. Me lo pregunto.