31.12.11

Tempus fugit...Adiós, 2011

Tempus fugit, como dice la famosa sentencia latina. Otro año que se va rápidamente, tal cual diría un pesimista. Un nuevo año empieza y se nos presenta ante nosotros, que diría un optimista. Creo no equivocarme si digo que lo correcto es lo de que "el tiempo vuela". Ésa es una realidad innegable y alguna vez he oído que si el tiempo pasa rápido ante tí, es que eres feliz. Por tanto, si los días y los meses se arrastran lenta y desesperadamente, tienes riesgo de padecer una depresión de caballo. No sé, es posible. Para mí, aproximadamente desde 2003 o 2004, el tiempo pasa fugazmente; no sé exactamente el motivo, pero, sin despreciar los años precedentes a esa fecha, coincidentes con mi niñez y adolescencia, esta última casi década ha sido enormemente feliz en mi vida. Aunque ha habido de todo. Variada, abundante en muchas sensaciones, altibajos y gente pasando ante mí como un tiovivo o un descenso rápido de un río. El río de la vida.

Pero dejémonos de décadas y hablemos de lo estipulado hoy: de este año 2011 al cual le quedan horas. Podría llenar y llenar el hueco en blanco hablando de política y actualidad, pero para eso están los periódicos y los programas especiales de televisión. Así pues, me centraré en mis experiencias, mis vivencias personales en este año agonizante.

Un año que comenzó bastante tristemente por un mazazo en la familia, mazazo intuido y previsible y confirmado cinco meses más tarde, en ese mayo del cual ya hablé en su momento. Como ya escribí sobre ello, rehuso hacerlo de nuevo. Pero no te olvido, allá donde estés, en el lugar donde van las personas buenas.

Personas, personas y personas. Muchas personas en el río de la vida de mis más de veinticinco años. La verdad es que este año viene confirmando lo experimentado en 2010; en comparación con los años precedentes, especialmente a partir de 2005, me voy quedando más solo cada vez. Dicho sin ningún ánimo de lástima o compasión. Lo de "más solo" es una forma de hablar, desde luego. Pero la verdad es esa. Unas veces de forma voluntaria y otras veces verdaderamente involuntaria. En fin. Con todo, sigo teniendo a gente a mi lado, desde luego. Sólo me cabe desearle lo mejor a esas otras personas.
Podría decirse que estoy volviendo a la etapa de coyote o lobo estepario (por cierto, hablando de animales, este año me ha traído otra hermana perruna, ya tengo dos) si no fuera porque este 2011 contiene un importantísimo cambio en mi vida. Harían falta muchas entradas para explicar todo lo que ha supuesto este cambio provocado por esa persona maravillosa, y los sentimientos están demasiado a flor de piel como para escribir correctamente, por tanto es mejor dejarlo ahí. Dejémoslo, como ya dije, en que tengo el corazón contento y los colores para pintar el lienzo de mi vida.

Por lo demás, este 2011 ha supuesto un feliz retorno al terruño, después de 24 años; quién sabe si definitivo o no. Es pronto para decirlo. Sobre todo, porque aún no estoy dando palos al agua, para mi desgracia. Es lo único que me falta. Cuando lo esté, ya será otra cosa. En Almería soy, pese a las limitaciones de mi patria chica, enormemente feliz , pero me ha quedado un deje errante en el pensamiento y el espíritu, y mi afán viajero y de ver mundo sigue intacto. Debo aclarar esto y escribir sobre la idea de ser provinciano o no.

Digo aclarar porque, para mi asombro e incomprensión, sigue habiendo gente ávida de mis "pensamientos", sentencias, relatos y sandeces. Sigo contando con seguidores (y seguidoras. M., además de mi paisana y de mi alma cortada a la medida, es mi lectora VIP) bastante fieles y recomendables, e incluso últimamente va aumentando la parroquia. La verdad, me ruborizáis. Mil millones de gracias de nuevo. Eres/sois mi fuerza muchas veces.

Y poco más. Otro año se ha ido volando. Siento sacar la vena pesimista, pero yo soy así. He de escribir también sobre esto. Soy pesimista, pero eso no quiere decir ver las cosas siempre desde el lado negativo, con nubarrones y amargura. No. Ser pesimista, en contraposición al optimismo a veces exagerado y distorsionador de la realidad, implica ver las cosas con realismo, templanza y tranquilidad. Una tranquilidad estoica no exenta de fatalismo típicamente español , un pesimismo que considero da más regalos y premios que el optimismo, porque si las cosas salen bien, te llevas una agradable sorpresa. Considero ese pesimismo la opción más correcta. Yo no puedo ser de otra forma.

Bien, año 2011. Se acabó. Fugaz, como tus inmediatos predecesores. Muchas gracias por todo. O maldito seas, según se mire. Pero creo que tengo más cosas para agradecértelas en vez de odiarte. Hasta siempre.

Bienvenido , 2012. Eres una total y completa incógnita.

Feliz Año a todo el mundo.


+++++++++++++++++++

Dejadme que ponga por aquí también "Fantasia on a theme" (Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis) del compositor inglés Ralph Vaughan Williams, una de mis melodías favoritas. Una joya de principios del siglo XX basada en la música renacentista, utilizada en varias ocasiones en largometrajes, como "Master and Commander", o series de televisión como "Los Tudor". Preciosa de verdad.

Por los que están y los que se fueron.

http://www.youtube.com/watch?v=oS8Sd8amxcU&feature=fvst


2 comentarios:

  1. No te había leído hasta ahora, brindo por todo lo que pregonas y por aquellos que se fueron.

    2012. No me agradan demasiado los números pares.

    ResponderEliminar
  2. Brindemos de nuevo ;)

    Vaya, pues a mí al contrario, me suelen gustar más los pares que los impares. A ver lo que pasa.

    ResponderEliminar