14.10.10

Hispanidad


Ayer fue 12 de octubre. Día de la Hispanidad. Anteriormente Día de la Raza (el cual, pese a sus resonancias franquistas y de brazo en alto, no fue implantado por el Centinela de Occidente, sino por el gobierno Maura en 1918,
reinando Alfonso XIII), nombre por el cual se sigue conociendo en bastantes países digamos hispanoamericanos. Aquí en España ya se había procedido a cambiar de Raza a Hispanidad en 1958 aunque no se hizo efectivo hasta el año 1981. Resumiendo: 12 de octubre, aniversario de la llegada de Cristoforo Colombo a ese continente mal llamado América, es día de fiesta nacional en España (ya que también es el día de la Virgen del Pilar) y en otros países como Colombia, El Salvador, Honduras o Uruguay. Aunque cambie el nombre, ya que para los estadounidenses es el Columbus Day, y para los venezolanos el Día de la Resistencia Indígena. (sic)


En España hace tiempo que dejó de ser una celebración puramente de conmemoración y alegría por las proezas realizadas y por los acontecimientos recordados, principalmente por lo sandios que son todos, empezando por políticos e intelectuales, especialistas en avergonzarse de lo realizado, renegar de lo que fuimos y mantener dudas de lo que vamos a ser. A rebufo de los fastos de 1992, con el V Centenario y demás, se impusieron los conceptos de Encuentro, incluso Abrazo entre las distintas culturas que se trataron desde aquel mágico año de 1492. Nada más lejos de la realidad, desde luego. Nadie fue a América a darse un beso con el cacique o reyezuelo de turno, pero es que ni los indios vivían en armonía y paz, ni esperaban con los brazos abiertos a los sudorosos hidalgos. Pero tampoco iban los españoles a masacrar indio por indio y a provocar un genocidio. En fin, que dichos conceptos de Encuentro y tal, se debe a la moda imperante por el multiculturalismo dominante desde entonces. El buenismo.


Buenismo al que es muy aficionado nuestro presidente Rodriguez. Presidente al que, una vez más, y ya van cinco o seis años, han abucheado sin misericordia los airados ciudadanos hartos de su discutible gestión. Desde luego no voy a defender yo a Zapatero pero algo de cierto hay en que deberían usar otro medio para expresar su oposición. Es verdad que son contadas las ocasiones en las que tienen al presidente tan cerca físicamente, y la libertad de expresión se lo permite, pero un acto como es el de homenaje a los Caídos en Combate por España no parece el mejor foro. Bien es cierto que el mismo Zapatero y otros muchos políticos los cuales ahora se quejan y propugnan medidas en contra de tales abucheos, no hacen nada ni se manifiestan siquiera cuando individuos secesionistas queman banderas de España. ¿No?


Fiesta Nacional, como digo. Aquí vuelven a salir los chacales de siempre, quienes son inefablemente los nacionalistas catalanes, como el portavoz de ERC, Ignasi Llorente, quien dijo que "El Día de la Hispanidad es una cosa que ha quedado absolutamente anticuada, y, además, celebrar el recuerdo de un genocidio no es algo de lo que tenga que sentirse orgulloso ningún país". Manda huevos. Si 35 países en un continente de unos 42 millones de kilómetros cuadrados, con una población de 950 millones de habitantes (y unos 600 producto de inmigrantes de todo el orbe) la mayor parte de ellos mestizos o medio indígenas, son producto de un genocidio, que venga Dios y lo vea. Por no hablar del patrimonio arquitectónico. Claro que a los radicales como este resulta difícil meterlos en vereda, ya que su odio a Castilla/España es incesante y nunca disminuye, y al fin y al cabo, América es una obra castellana. Ello no impidió se beneficiaran de ella españoles de todas las regiones, como el caso de los catalanes, lucrándose con el comercio. La pela es la pela, una vez más.


El Día de la Hispanidad ha sido y es fundamentalmente la fiesta del español, del idioma español. Hablado por unos 500 millones de personas lo que la convierte en el segundo del mundo tras el chino. Consecuencia del Descubrimiento, que no Encuentro, del continente americano para el resto del mundo llevado a cabo por españoles, castellanos sobre todo. Idioma profusamente hablado y que ha sido y es muy poderoso culturalmente hablando, pongamos música, pintura o literatura.


Cristóbal Colón , un personaje tan enigmático y misterioso del cual no se conoce ni su lugar de nacimiento, es el hombre quien tiene el honor de la autoría de tal hecho. Siendo honestos América debería llamarse Colombia. Américo Vespuccio navegó por el Caribe y el Brasil cuando el descubrimiento estaba ya hecho. Dejando de lado que los vikingos llegaron antes (año 1000) a lo que hoy es Terranova y Quebec (pero lo cierto es que llegaron, se establecieron levemente un tiempo y no volvieron), y que Colón bien pudo basarse en relatos de náufragos que había conocido en las Azores, así como en el misterioso mapa de Toscanelli, lo cierto es que fue el único, el adelantado en su tiempo, que tuvo los arrestos suficientes para adentrarse en el Verde Mar de las Tinieblas, tras convencer a los inteligentes Reyes Católicos del éxito de su empresa (que no era otra que encontrar una ruta rápida hacia las Indias -Asia-, vamos), quienes, siendo honestos, ¿qué iban a pensar de aquel loco misterioso del cual apenas sabían nada?, y realizarla.


Hace 518 años Rodrigo de Triana avistaba ¡¡Tierra!! (actual isla de Guanahaní, en su momento se le puso por motivos obvios San Salvador), tras un penoso viaje en tres verdaderas cáscaras de nuez iniciado dos meses atrás. No imaginaban lo que acababan de hacer ni el alcance que iba a tener. Lo que estaba por llegar...


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