28.4.10

Delirio de alcohol

Este jueves es el "día grande" de las Fiestas de Letras, de mi Facultad. Éste es mi último año en ella, así que serán un poco más especiales de lo que habitualmente son. Lo que también van a ser es diferentes. Diferentes porque, por primera vez en 5 años, voy con la idea de pasármelo bien y no a beber, simplemente. El proceso que me ha llevado a ver la verdad, cuando estaba cegado por los vapores del alcohol, ha sido largo y en él han influido tanto las opiniones de familiares y amigos (buenos amigos, una amiga especialmente), como la decisión personal, además de un desgraciado resbalón en octubre de 2008 cuyas consecuencias bien conocen la gente que me rodea y que me quiere.
Tampoco fue un proceso instantáneo, desde luego, por lo imbécil que fui, ya que se ve que no tuve bastante con lo del 2008. Pero bueno. Creo que lo importante es haberme dado cuenta a tiempo de lo que me estaba convirtiendo. Porque estaba harto. Harto de melopeas de jueves, de miércoles, de viernes, o de miércoles, jueves y viernes, o de sábado. Harto del derroche de dinero en nada bueno invertido. Harto del magreo y ligoteo estéril con otras borrachas o con otras tías que se ríen de tí. Harto de las potas a escondidas, o cantosas, a las tantas de la madrugada, nada más empezar el "espectáculo" o al levantarte de ¿dormir?. Harto del compadreo falso con otros borrachos, que no sirve absolutamente para nada. Harto del mal cuerpo al día siguiente, o a los días siguientes, ya que el año pasado tuve a veces la sensación de una maldición mitológica, ya que el estado de embriaguez y la resaca me duraban dos días o más. Harto de la barriga fofa llena de ron y azúcar. Harto de estar podrido por dentro, de saberlo pero reírte y no querer hacer nada para evitarlo. Harto de ser el hazmerreír de otro grupo de borrachos (en San Pablo lo saben) y gustarte eso.Harto de tomar 8 cubatas como mínimo al salir. Harto de sentirte mal al día siguiente por las barrabasadas que hiciste o que intentas recordar, o que simplemente no consigues evocarlas y te maldices por estar destrozándote las neuronas.Harto de los bajones que suceden a la orgásmica borrachera, bajones que suceden con más frecuencia cada vez más. Si eso pasa, algo va muy mal. Cuando te das cuenta de que hay gente a tu alrededor que no le gusta como eres así, que no eres así en realidad, y que le molesta y le duele tu estado, te sientes verdaderamente mal, al fin, después de tantas risas y tantos "bah, da igual, voy ciego", y sientes en tí una pulsión que te obliga a cambiar. A dejar todo eso, porque también te das cuenta de que no resultas atractivo para nadie, en verdad.
Ahora, tras haberme puesto un poco (al menos) en forma y haber dejado ese mundo, siento en mí una paz interior, me siento mucho mejor conmigo mismo y sé que los demás están más felices. No soy un santo y sé que este año me he pasado unas tres o cuatro veces con el vaso cuando no debía,lo reconozco, si bien no he llegado ni de lejos a los niveles de antaño. Este año ha sido progresivamente el definitivo para alejarme de todo eso. Eso ya es demasiado para mí. Ya no me resulta interesante ni me da alegría, la alegría esa instantánea y efersvescente que te da el alcohol, y que dura tan poco.
Así que el jueves os estaré esperando, en mis fiestas y feliz, y con un vaso, que bien puede ser de la sangría que hagamos, en ese caso será el primer y único vaso, o bien de una refrescante coca-cola u otro refresco, que en ese caso pueden venir los que quieran.

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