28.4.10

Delirio de alcohol

Este jueves es el "día grande" de las Fiestas de Letras, de mi Facultad. Éste es mi último año en ella, así que serán un poco más especiales de lo que habitualmente son. Lo que también van a ser es diferentes. Diferentes porque, por primera vez en 5 años, voy con la idea de pasármelo bien y no a beber, simplemente. El proceso que me ha llevado a ver la verdad, cuando estaba cegado por los vapores del alcohol, ha sido largo y en él han influido tanto las opiniones de familiares y amigos (buenos amigos, una amiga especialmente), como la decisión personal, además de un desgraciado resbalón en octubre de 2008 cuyas consecuencias bien conocen la gente que me rodea y que me quiere.
Tampoco fue un proceso instantáneo, desde luego, por lo imbécil que fui, ya que se ve que no tuve bastante con lo del 2008. Pero bueno. Creo que lo importante es haberme dado cuenta a tiempo de lo que me estaba convirtiendo. Porque estaba harto. Harto de melopeas de jueves, de miércoles, de viernes, o de miércoles, jueves y viernes, o de sábado. Harto del derroche de dinero en nada bueno invertido. Harto del magreo y ligoteo estéril con otras borrachas o con otras tías que se ríen de tí. Harto de las potas a escondidas, o cantosas, a las tantas de la madrugada, nada más empezar el "espectáculo" o al levantarte de ¿dormir?. Harto del compadreo falso con otros borrachos, que no sirve absolutamente para nada. Harto del mal cuerpo al día siguiente, o a los días siguientes, ya que el año pasado tuve a veces la sensación de una maldición mitológica, ya que el estado de embriaguez y la resaca me duraban dos días o más. Harto de la barriga fofa llena de ron y azúcar. Harto de estar podrido por dentro, de saberlo pero reírte y no querer hacer nada para evitarlo. Harto de ser el hazmerreír de otro grupo de borrachos (en San Pablo lo saben) y gustarte eso.Harto de tomar 8 cubatas como mínimo al salir. Harto de sentirte mal al día siguiente por las barrabasadas que hiciste o que intentas recordar, o que simplemente no consigues evocarlas y te maldices por estar destrozándote las neuronas.Harto de los bajones que suceden a la orgásmica borrachera, bajones que suceden con más frecuencia cada vez más. Si eso pasa, algo va muy mal. Cuando te das cuenta de que hay gente a tu alrededor que no le gusta como eres así, que no eres así en realidad, y que le molesta y le duele tu estado, te sientes verdaderamente mal, al fin, después de tantas risas y tantos "bah, da igual, voy ciego", y sientes en tí una pulsión que te obliga a cambiar. A dejar todo eso, porque también te das cuenta de que no resultas atractivo para nadie, en verdad.
Ahora, tras haberme puesto un poco (al menos) en forma y haber dejado ese mundo, siento en mí una paz interior, me siento mucho mejor conmigo mismo y sé que los demás están más felices. No soy un santo y sé que este año me he pasado unas tres o cuatro veces con el vaso cuando no debía,lo reconozco, si bien no he llegado ni de lejos a los niveles de antaño. Este año ha sido progresivamente el definitivo para alejarme de todo eso. Eso ya es demasiado para mí. Ya no me resulta interesante ni me da alegría, la alegría esa instantánea y efersvescente que te da el alcohol, y que dura tan poco.
Así que el jueves os estaré esperando, en mis fiestas y feliz, y con un vaso, que bien puede ser de la sangría que hagamos, en ese caso será el primer y único vaso, o bien de una refrescante coca-cola u otro refresco, que en ese caso pueden venir los que quieran.

25.4.10

Velos

Se encuentra estos días candente la polémica respecto al velo. En realidad es un problema amplio que no se reduce simplemente al "velo", ya que hay muchos modos de cubrir el rostro, o el cuerpo, de los cuales el más conocido es el burka, o burqa. Todos estos tipos de prendas están englobados en el hiyab, el código de vestimenta islámico, que según países puede cambiar, y según las épocas ha ido evolucionando, aunque esto último sólo en algunos casos, ya que en otros sigue siendo prácticamente igual en la actualidad que hace siglos.
Últimamente el tema vuelve a ser novedoso, ya que con éste tema pasa como con otros asuntos, que vuelve a la actualidad cuando ocurre algo que se sale de lo normal, para volver al segundo o tercer plano cuando ese acontecimiento se ha solucionado o pasa de moda. Está de actualidad debido al asunto de cierta niña (Nawja, en Pozuelo de Alarcón) que ha insistido en su decisión de seguir llevando su velo, pese a que fue apartada de clase, ya que contradecía las normas internas de su colegio.
Yo no voy a entrar ahora en enumerar uno por uno los distintos tipos de pañuelo o vestimenta, qué tapan exactamente y si se lleva por obligación, por imposición o libremente. El tema lleva ya unos cuantos días de rabiosa actualidad, y lo traigo ahora a colación al ver el ¿debate? de "La Noria", comtemplando vociferar a la "albondiguilla" de María Antonia Iglesias, a Sopena, Rahola, Isabel Durán y compañía.

El tema es desde luego más delicado y complejo de lo que parece, pero primero se pueden decir tres cosas:

- El velo islámico (para simplificar) es irremediablemente un símbolo de sumisión de la mujer al hombre y a la sociedad.
- Está enraizado en la cultura y en las leyes de esos países y pueblos donde impera.
- El ascenso del islamismo más radical es imparable y en muchos países se están dando situaciones que no se daban hace 40 años. Los ejemplos de Egipto, en donde las mujeres cubiertas eran minoritarias, o del Irán pre-Jomeini, lugar en el cual se consideraba el velo como algo provinciano y atrasado, son bien conocidos.

Desde luego que en sociedades típicas de Occidente, como las de Europa o América, el que una mujer lleve cubierto el rostro, o el cabello y la boca, sin que pueda tener libertad para vestir como quiera y expresarse como le plazca, resulta muy extraño y anticuado, cuando no atrasado y salvaje. De ahí el afán de ciertos políticos y periodistas por tratar de erradicar esta costumbre tan arraigada entre los musulmanes. Afán que se corresponde con el de otros políticos y periodistas de defender el velo, deslizando vagas teorías del "respeto a las culturas", "eurocentrismo negativo", etc. Bien. El tema es como digo muy complicado, ya que:

- Si bien el velo resulta negativo para un europeo o un norteamericano, para un iraní, un saudita, un afgano o un argelino no. Pero tanto en un sexo como en otro. Es algo con tanta tradición en su sociedad y cultura natal, que no resulta nada fácil a un musulmán residente en Marsella, Madrid o Londres tratar de imponerle nuestra visión de la sociedad, pese a que la nuestra sea en apariencia más respetuosa con la mujer y con la libertad, y la suya no.

- Se dice que el velo es "antidemocrático" (y ciertamente lo es) y que no tiene cabida en una sociedad como la nuestra, o la francesa o la belga; pero...¿acaso son democráticos los países islámicos?. Resulta duro decirlo, pero lo cierto es que son escasos, cuando no inexistentes, los modelos de sociedades democráticas en un país de confesión musulmana. El único ejemplo de democracia más o menos fiable (y no del todo, ya que el ejército sigue estando muy presente y hay otras carencias) es Turquía, quien ya con Ataturk en los años veinte avanzó hacia el laicismo. Hoy día y desde hace tiempo es muy habitual ver a mujeres turcas con el rostro descubierto. Por desgracia es muy difícil imponerle a un musulmán nuestra visión. La pregunta es si alguna vez el Islam avanzará hacia una democracia y una libertad plena. Muchos estudiosos dicen que aún vive su Edad Moderna, y que está por ver su Ilustración, su Siglo de las Luces. ¿Verdaderamente se llegará a ese término?. Tal vez la solución sea como Turquía, o avanzar como en España y Europa a una cierta laicidad, pero manteniendo el respeto por el cristianismo, que, nos guste o no, forma la base de nuestra cultura. Claro que por otra parte, quienes defienden con energía los valores religiosos cristianos son en la mayoría de ocasiones los que también se oponen a otro modo de expresar una religión, como es el velo (nos guste o no). Del mismo modo que hay gente católica que defiende el que la mujer islámica siga llevando el velo, o el pañuelo -el cual se ha llevado durante mucho tiempo en España (y se sigue llevando) por españolas- porque es algo propio de su religión y cultura.

Lo que saca de quicio en esta polémica es ver a pretendidas políticas y personalidades que se dicen feministas, para luego plegarse respetuosamente ante el Islam, cuando segundos antes critican al Catolicismo y reniegan de la religión. O ver a destacados musulmanes protestar contra las actuaciones occidentales, cuando muchas veces lo que se pretende es reciprocidad; es decir, si en tu país (llámese Irán, Arabia Saudí o tantos otros) no se permite la construcción de iglesias o el culto plenamente libre de los cristianos, pues resulta un poco difícil mantener las puertas y los brazos abiertos para que musulmanes erijan sus mezquitas y extiendan sus cultos. Claro que esto es otro signo de la libertad que impera en Occidente y que no se encuentra en el mundo islámico, nos guste o no. O ver a españoles (y otros europeos) hablar con admiración de las "ancestrales costumbres y tradiciones" del Islam, o incluso convirtiéndose, pero claro, haciéndolo cómodamente desde casa: en Granada para dar paseítos por el Paseo de los Tristes y el Albayzín, para nada yéndose a Tripoli, Amman, Damasco, Yakarta o Teherán...nada, nada, lejos de los verdaderamente musulmanes.

¿La solución?. Ahora mismo no se puede hacer nada.Pero no estaría de más pedir a los musulmanes que se adapten aunque sólo sea un poco a nuestra cultura. No es fácil enfrentarse al islamismo radicalizado. ¿Es la laicidad la respuesta?. No sé. Sólo esperar, creo, a que en el Islam se de la verdadera "Ilustración", porque si no estamos condenados a no entendernos jamás.

24.4.10

Almería





Hoy tengo morriña. La verdad es que me asalta muchas veces, y unas veces con más intensidad que otras. En ocasiones no me considero para nada de mi tierra y prácticamente me da igual, y en otras la defiendo insistentemente, me intereso por ella y proclamo a los cuatro vientos que soy de donde soy...tal vez tenga algo de trastorno, o sea un trastorno motivado por la vida algo itinerante que he llevado. No sé.
Tampoco creo que sea éste el lugar para contar mi vida y milagros, y sólo diré que salí de mi tierra, Almería, con poco más de 3 años. Bien es verdad que he vuelto desde entonces todos los años, y no sólo en vacaciones (Navidad, Semana Santa, Verano)pero no es lo mismo que vivir allí. Y desde que me fuí la he echado en falta infinidades de veces.
Almería es una gran (y denostada) desconocida. Tanto la capital como la provincia, que no es sólo el desierto cinematográfico de Tabernas, como muchos imbéciles creen. La provincia de Almería, encajonada entre Granada y Murcia, ha estado durante mucho tiempo relegada al olvido, y, si bien en el siglo XIX conoció cierto auge con la vid o la minería (con los ingleses y franceses metidos en el ajo, como siempre), con el siglo XX (plaga de la filoxera, que destrozó la uva, y agotamiento de las minas) entró en franca decadencia, agravada por el atraso del campo en general en España y algunas zonas en concreto (como Almería) sufrido en la posguerra, o al menos en la primera posguerra, hasta 1957. La provincia permanecía así, yerma y poco habitada, con pocas expectativas de futuro. Un futuro que se fue vislumbrando poco a poco, primero en zonas muy concretas (como Macael con su mármol), para poco a poco ir ampliándose, con el incremento del turismo (litoral virgen casi en su totalidad), y el desarrollo de la agricultura, con nuevos cultivos y nuevos modos de cultivar (los invernaderos, en el Campo de Dalías). Actualmente la provincia la verdad es que ha cambiado enormemente, y si bien se nota en algunas zonas más que otras, se parece poco a lo que era hace 50, 30 o incluso 20 años.
Pero centrémonos en la ciudad. Mi ciudad, si me permitís. Pese a que no haya vivido en ella ni 4 años. No voy a aburrir con Historia de la ciudad, pero sí diré que Almería tiene un claro origen romano y surge hacia en siglo III a.C como Portus Magnus, un fondeadero relacionado con la colonia romana establecida en Acci (actual Guadix). Por Portus Magnus pasaba material minero y se facturaba para Roma el famoso y ansiado garum. Plinio el Viejo en su Historia Natural ya mencionaba Portus Magnus. Pero bueno, para no cansar, finalizaré diciendo que Almería alcanza verdadero prestigio y notoriedad con los musulmanes, y es cuando se denomina Almería, que según parece proviene de Al-mirayao Al-mariyya, deformación de un palabro que significa "mirador", o, como dicen los más románticos, "espejo del mar".
Y la verdad es que lo es. Poesías aparte, Almería tiene un mar especial, una luz especial, unos atardeceres de agosto que sólo he visto allí. Y la propia ciudad en sí, pese a los desmanes urbanísticos de los 70, es hermosa en ciertas partes. Supongo que es por ser donde nací, que digo que es hermosa, y sé que hay mucha gente que desprecia a Almería, pero también sé de gente que la alaba.
Pasear por el barrio de la Medina, a la sombra de la Alcazaba, por las viejas y desgastadas callejuelas, para luego tomarte una buena tapa en el Puga o en la calle Trajano.Recorrer de arriba a abajo y de abajo a arriba el Paseo, modesto bulevar con vetustos ficus y buenos cafés, ahora repleto de tiendas de ropa. Visitar el Mercado Central y llevarte una buena morcilla de Níjar o Serón o unos ricos tomates. Llegar hasta la Plaza Vieja y entrar luego en la recia catedral, uno de los pocos ejemplos que hay en España de catedral-fortaleza (construida así por recomendación de los simpáticos piratas berberiscos). Templo, todo sea dicho, muy modesto y escasamente destacable. Aguardar a su Semana Santa, poco conocida y austera, para ver el Cautivo de Medinaceli. Alcanzar el Paseo Marítimo, tomar el sol y bañarte en el Mediterráneo, en el barrio del Zapillo, donde 24 veranos he pasado. Con esos eternos atardeceres de agosto que he mencionado antes, aquellas tardes infantiles que al evocarlas me traen el sonido del gentío ( la "churrasca" que dice mi madre), el murmullo de las olas, la suciedad de la arena, el olor del bocadillo de sobrasada o el dolor de la espina de erizo en la planta del pie. Todas éstas son sensaciones que uno experimenta por Almería.
Almería, mil veces despreciada, mil veces olvidada, relegada al rincón del sureste andaluz...y aquí me sale mi vena anti-andaluza. Los almerienses son en general poco entusiastas de Andalucía y no se sienten verdaderamente identificados. ¿Qué les importa a ellos lo que diga el señorito sevillano? ¿ Qué tienen en común con el "arte" gaditano, el "sentío" cordobés, la "gracia" malagueña..?. No tiene los "encantos" de todas estas provincias. Es un puto desierto de poblachos, habitados por gente poco recomendable y sin gracia andaluza. Únicamente es con Granada (y también ha estado mucho tiempo subordinada a ella) con la que guarda algunas similitudes en cuanto a idiosincrasia de la gente, cultura y modo de ser y vivir. Por eso se planteó en la Transición la existencia de una segunda Andalucía, con capital en Granada y que englobaría a las provincias de Granada, Almería y Jaén. (Jaén, otra región olvidada)Pero nada de eso salió...como otra idea, la cual unía a Almería con Murcia, cosa que, después de tantos años en Murcia, no me parece para nada descabellada. Pero así ha seguido Almería desde entonces, unida a la Comunidad Autónoma de Andalucía, marginada y obligada a buscarse las habichuelas por ella misma, como quien dice.
Almería, mil veces despreciada, mil veces olvidada. Pero otras tantas veces recordada y añorada por sus hijos, y defendida. La tierra de mis padres.

20.4.10

Dumas y sus mosqueteros





Hace prácticamente un año me terminaba el último (y voluminoso) tomo de la gran trilogía de Los Mosqueteros, de Alexandre Dumas: El Vizconde de Bragelonne, tocho que me había comprado esa primavera, aprovechando una generosa oferta del Corte Inglés; se vendían dos tomos, el primero con Los tres mosqueteros y Veinte años después, y el segundo con el mencionado del Vizconde,unas 2.200 páginas al precio de 82 euros los dos libracos...pero la amable cajera, tuvo el bonito gesto inconsciente de cobrarme dos por uno, como si de una oferta de hipermercado se tratase, llevándome yo sorpresivamente dos estupendos tomos (tres libros) por 41 euros...
Yo ya me había leído hace mucho, en mi niñez, Los tres Mosqueteros. Recuerdo perfectamente cuando me lo compré en la "feria" del libro del Paseo Marítimo de Almería, yo hecho un pequeñajo pegado a mi abuelo Julio, un hombre de profesión carnicero (en la Plaza del Mercado de mi ciudad) aunque (y no estoy afirmando que los carniceros no puedan ser así) culto y leído. A mi querido abuelo (q.e.p.d) es a quien le debo tantas cosas relacionadas con los libros, la historia y los mapas. Pero no me gusta hablar demasiado de mi abuelo, acaso porque me sigue resultando doloroso mencionar su ausencia.
Como decía, yo ya me había leído el primer libro, cuando creía que "Los Mosqueteros" comprendía un único volumen, y ya entonces me encantó, aunque desde luego han pasado los años pero, al contrario de lo que dicen algunos de si este libro se disfruta más de niño, yo sin embargo lo paladeo mucho mejor ahora . Por aquel entonces si me gustaba el tema mosqueteril era por los dibujos animados de los "Mosqueperros", desde luego, (no cuenta la infame película del 93 con Kiefer Sutherland o Charlie Sheen) pero la lectura de este libro de Dumas fue toda una extraordinaria experiencia.
¡Qué inmortales personajes, qué ejemplos de lealtad, nobleza, astucia, perversión, maldad, ingenuidad, belleza...! ¿Cómo olvidarse del perspicaz gascón D´Artagnan, del bonachón de Porthos, del recto Athos, del intrigante Aramis, del noble Tréville, del todopoderoso Richelieu, de la pérfida Milady, del misterioso Rochefort, del necio de Bonacieux...?. Novela histórica de calidad, unas veces con más base que otras, pero siempre con grandes dosis de imaginación y entretenimiento como sólo Dumas sabía añadirle,con sus interminables y ágiles diálogos, en unas páginas que te hacen adorar Francia y su siglo XVII, pese a que nos jodieran bien (a España, quiero decir). Unas historias y tramas, algunas más infantiles y simplonas, típicas del XIX, otras más enrevesadas y trágicas (aunque de ésto último se ve más en el tercer volumen) contenidas en unas páginas inolvidables.
Así pues, después de haberme leído Los tres Mosqueteros dos o tres veces, dí el año pasado con este gran "pack", por lo que me decidí a releerme otra vez el primer tomo, para acometer con ganas el segundo, Veinte años después, el cual, como indica su título, relata los acontecimientos cuando han pasado veinte años de los del primer tomo (1625-1628), es decir, hacia 1648-1649. Es una novela algo más seria y para mí inferior a la primera, pese a que se repiten algunos argumentos como el viaje a Inglaterra, etc. En el libro vemos cómo el tiempo y los golpes de la vida van haciendo mella en nuestros cuatro compañeros. Es un libro de "transición", ya que es en el tercer y último tomo, el del Vizconde (5 años después) donde terminan de resolverse algunas cuestiones y donde asistimos al final, uno por uno, de los mosqueteros.
Es éste de El vizconde de Bragelonne (en el cual se basaron para realizar la peli de "El hombre de la Máscara de Hierro") un libro más triste y pesimista que los dos anteriores, un volumen enorme en el que Dumas nos cuenta los amores y desamores de un joven Luis XIV, el ocaso del valido y la reafirmación del poder real, y las desventuras de Raúl, hijo de Athos, sin olvidar las andanzas de unos maduros D´Artagnan, fidelísimo al joven rey, Aramis como conspirador religioso, Porthos como acaudalado noble o Athos como venerable señor que se va consumiendo poco a poco. Es en Raúl donde se centra la tragedia del libro, al presentárnoslo como un joven apocado, alicaído y poco animoso, que contrasta con el vigor de D´Artagnan o Luis XIV. No desvelaré más acontecimientos. Os recomiendo desde luego la lectura de los tres libros.

La verdad es que muchas veces me entran deseos de olvidarme de todo y enfrascarme de nuevo en éstas aventuras, y evocar la niñez, o trasladarte al siglo XVII en Francia, para interceptar un correo del cardenal, jugarte el cuello por la reina, batirte en duelo junto a tus compañeros ( y amigos) , visitar en misión secreta Inglaterra, galantear como buen pisaverde, ayudar al rey, luchar hasta la muerte...en fin. Siempre te puedes aislar de todo, aunque sea momentáneamente,y nada importa, con la compañía de estos inmortales amigos y enemigos.


14.4.10

Una de españoles



Sí, una de españoles. Con una historia tan rica como la nuestra,(pero marcada por lo tendencioso y lo políticamente correcto) no son muy conocidos episodios tales como el que voy a relatar ahora.

1588 es un año glorioso para los hijos de la Gran Bretaña. Los ingleses,(aunque lo correcto se supone que es "británicos" para no excluir a escoceses y galeses leales), un pueblo al que por otra parte admiro y me resulta bastante interesante, son muy dados a ocultar, a callarse, a mirar para otro lado cuando la Historia no les resulta favorable, cuando salen perdiendo, caricaturizados o de malos. Es bien conocido el silencio que hubo en la época y continuó en años venideros, con el desastre de Vernon frente a Cartagena de Indias, bravamente defendida por el guipuzcoano Blas de Lezo, en 1741, las vagas hipótesis que se deslizan para explicar el desastre de Balaclava en 1855, o sus actuaciones en la guerra de las Trece Colonias entre 1776 y 1783 (con Tarleton a la cabeza. Los españoles somos mucho peores hombre, quemajudíos, mataindios y mediomoros. Pero ahora no trataré de eso,contaré un relato menos conocido aún que lo de Lezo y Vernon. Como decía, 1588 es un buen año para recordar en Inglaterra, ya que supuso el fracaso de la invasión de la isla por parte de la España de Felipe II, motivada esta intervención por la ejecución de la reina católica escocesa María Estuardo en 1587, amén del apoyo que los ingleses prestaban a los enemigos de la Monarquía Hispánica como los rebeldes holandeses o los partidarios del pretendiente Don Antonio al trono de Portugal, anexionado en 1580 por el Rey Prudente, y de las acciones de corsarios (también ingleses, carallo) que constantemente atacaban los galeones provenientes de América, apoderándose del cargamento, cuando no se echaban sobre territorio español como el ataque de Drake a Cádiz en 1587. Ese fracaso de la "Armada Invencible" (Grande y Felicísima Armada se llamó en su tiempo) de la cual supimos tiempo después que, ni fue escandalosa derrota de España, ni supuso el fin absoluto de su poderío en el mar, ni, como pomposamente dicen los británicos, supuso una vez más un ejemplo de la gran tradición defensiva inglesa desde la invasión normanda del siglo XI, según la cual ningún otro invasor ha hollado tierra anglosajona. Nuestros amigos británicos no dicen toda la verdad, ya que, y ya hablo de lo que decía antes, 7 años después de la Armada, en 1595, se produjo un curioso hecho del cual los ingleses no quieren hablar.
En julio de ese año, el militar Juan del Águila y Arellano (1545-1602) ya un veterano que se había recorrido casi toda Europa guerreando, decidió emprender una expedición punitiva contra Inglaterra. Esta expedición fue encomendada a Carlos de Amésquita (o Amezqueta) un marino probablemente vasco, quien, comandando tres compañías de arcabuceros (400 hombres), y llevándolos en cuatro galeras (Capitana, Patrona, Peregrina y Bazana) desde Blavet,Francia, hasta recalar en la Bahía de Mounts, Cornualles, en agosto. Pues bien, las "invencibles" milicias inglesas de varios miles de hombres no hicieron cosa mejor que tirar las armas y salir corriendo atemorizados. En escasos dos días las tropas españolas tomaron, saquearon y quedaron satisfechos, además de quemar las localidades de Mousehole, Paul, Newlyn y Penzance, y de desmontar la artillería de los fuertes ingleses y embarcarlos en sus navíos. Para despedirse, celebraron una misa católica (con dos cojones), jurando que construirían una iglesia después de que Inglaterra hubiera sido derrotada (estamos en la Guerra Hispano-Inglesa de 1585-1604), subieron a los barcos de nuevo, no sin antes tirar a los prisioneros por la borda, y zarparon. En aguas del Canal de la Mancha se encontraron con una flota de guerra dirigida por Hawkins y Drake, a la cual lograron esquivar. Pero el 5 de agosto dieron con una escuadra holandesa de 46 barcos; el encuentro fue inevitable, pero consiguieron escapar, hundiéndoles a los herejes dos buques, y perdiendo 20 hombres (las únicas bajas de la campaña). El día 10 arribaron de nuevo, victoriosos, a Blavet.Éste no fue el único hecho victorioso de españoles frente a ingleses, aunque el final de la Guerra seguiría otros derroteros. Este episodio es bastante poco conocido para nosotros mismos los españoles, y sólo cuando alguien se dedica a la Historia o gusta de leer más de la cuenta, puede tener conocimiento de éste y otros muchos hechos. No todo iba a ser Leyenda Negra, claro.

Ya se puede ver, cómo el orgulloso león inglés no reconoce la realidad de los hechos. Ingleses ingleses...

12.4.10

El drama polaco


Impresionantes las imágenes del accidente de avión en Smolensk que ha costado la vida de 97 personas, incluidas personalidades del gobierno polaco, con su presidente Lech Kaczynski al frente. El hecho es poco habitual (no es normal que un presidente de gobierno y parte de su gobierno fallezcan en accidente) sólo que en esta ocasión tiene tintes macabros, grotescos: el avión Tupolev 154-M, cegado por la niebla, se estrelló acabando con la vida de esas 97 personas cerca del aérodromo militar de Smolensk, Rusia, situado a escasos 25 kilómetros del bosque de Katyn, lugar trágico para los polacos ya que allí fueron asesinados, de un tiro en la nuca, más de 20.000 seres humanos por orden de Stalin...uno se queda sin palabras, al ver cómo el destino tiene en ocasiones tal fatalidad,y cómo puede ser tan cruel.
Kaczynski, de 60 años, era un polémico político, muy religioso (católico, como la mayoría de los polacos)y conservador. Se había hecho famoso para el resto de Europa y el mundo junto a su hermano gemelo Jaroslaw desde 2005, siendo él presidente hasta su trágica muerte y Jaroslaw primer ministro en 2006-2007, por sus habituales salidas de tono y férreas ideas.
Precisamente se dirigía a Rusia para conmemorar el 70 aniversario de la masacre de Katyn, en una ceremonia alternativa, ya que había declinado asistir a la oficial a la cual estuvieron presentes Vladimir Putin y Donald Tusk, primer ministro polaco. Kaczynski había rechazado la invitación dadas sus diferencias irreconciliables con el Kremlin y sus desavenencias con el propio Tusk.
Así de macabro puede ser el destino. Uno no quiere ser malvado de más, pero es imposible no imaginarse una conspiración en la sombra de Moscú para...en fin, me callaré.
Lo que parece increíble es la desaforada desgracia del pueblo polaco; cuando no son repartidos, son invadidos...ora deportados, ora masacrados, o en este caso pierden a la mayor parte de un gobierno que, si bien bastante peculiar, no lo estaba haciendo mal, combatiendo a la corrupción y estimulando el desarrollo económico.

Como bien dijo Montesquieu, Feliz el pueblo cuya historia de lee con aburrimiento...

11.4.10

Para surcar aguas mejores

Y al fin me hice un blog. No lo digo porque llevase tiempo con la idea rondándome la cabeza, para nada; nunca he sido alguien al que le gustase demasiado escribir o empleara su tiempo en ello; siempre he sido más de leer, dibujar, pensar las cosas (y guardármelas muchas veces) y de naturaleza tímida, si bien el tiempo y los acontecimientos me han ido espabilando, aunque para otras cosas sigo siendo un cándido.
Así, empiezo en esto de los blogs, y he de confesar que me invade una sensación extraña, como si hiciera algo totalmente nuevo, antes reservado a gente "superior", ya que, antes consideraba a la gente que tiene capacidad de escribir (más o menos bien) y de expresarse en un papel, o al menos costumbre de dejar sus pensamientos e ideas en un escrito, como gente superior intelectualmente, y yo me he considerando siempre un tipo de pocas luces, con un par de puntos fuertes (o uno).
Yo quiero usar el blog, más que para expresar mis sentimientos, como un medio para escribir sobre las cosas que me apasionan: la historia (estoy en 5º de Historia), la literatura, la pintura, el cine...o para hablar del mundo actual. No me considero alguien que guste de hacer florituras con los escritos, como ciertos articulistas del periodismo español (ahora se me viene a la cabeza cierto poeta del plural diario El Mundo), pero sí es cierto que puedo ser muy "friki" a veces, e írseme la cabeza.
He escogido una vez más al maestro Thomas para copiarme un título suyo de un capítulo, "Para surcar aguas mejores". En verdad es parte de un canto del Purgatorio de Dante en su Divina Comedia: "Per correr miglor acqua alza le vele ormai la navicella del mio ingegno che lascia retro a sè mar si crudele"...éstas palabrejas las soltó (en italiano, es de esperar) Américo Vespuccio en 1499, cuando se encontraba frente a las costas de Guayana, así quería expresar lo que sentía en ese momento. Yo he usado esa intro, aunque más bien me siento como un Orellana recorriendo el Amazonas, navegando por aguas inciertas y turbias, sin saber muy bien a dónde llegaré; y ciertamente, es como me siento, a escasos meses de finalizar la carrera de Historia en la Universidad de Murcia, y sin saber qué haré exactamente.
Así que...¿para surcar aguas mejores?